Ella lo vio en la milonga, guapo en el medio de la pista. Bailaba con otra mujer energicamente. La otra mujer era muy bonita. El movió la cabeza de un modo que ella creyó que la miraba, luego, sonrió de otro modo y ella creyó que la saludaba. Ella giro la cabeza hacia otro lado, pensando que solo era un delirio, una ilusión. El era de un mundo completamente diferente.
Otro hombre se le acerco y ella fue a bailar. El miraba con detalles cada uno de sus movimientos. La otra mujer noto que la miraba a ella. Al terminar el tango, el dejo a la otra mujer y ella al otro hombre. Ella se dirigió hasta la barra y se sentó tranquila. El camino decidido hacia ella, la tomo por la cintura suavemente, y la saco a bailar. Ella se aferro con fuerza a el, dudo en algunos pasos pero se mantuvo firme. El demostró la misma firmeza, y ya no quiso soltarla.
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